Historia del derecho - Segunda Guerra Púnica Parte 1

Segunda Guerra Púnica (218-201 a.C.)


Esta guerra también ha sido llamada anibálica, por ser Aníbal su principal protagonista y héroe, el cual se lanzó a la conquista de Italia con su ejército, apoyado con el empleo de elefantes, para lo cual recorrió Hispania y el sur de Francia, cruzando las cadenas montañosas de los Alpes y los Apeninos. Venció en las batallas de Trebia y Trasimeno, pero será en la batalla de Cannas (agosto de 216 a.C.) donde obtuvo su mayor victoria sobre los romanos, dirigidos por los cónsules Cayo Terencio Varrón y Paulo Emilio. Sin embargo, no logró apoderarse de Roma.

La estrategia y la táctica empleadas por el general Aníbal en la batalla de Cannas, se convirtieron en un modelo clásico para la historia militar, que se puede apreciar por la forma en que se desplegaron las fuerzas en el terreno y cómo realizaron, posteriormente, la maniobra que le dio la victoria.

Ambos ejércitos se despliegan en una llanura, en líneas perpendiculares al río Ofante. Los romanos, con su estilo clásico de la legión, “dos bloques en líneas cerradas, el de la infantería ligera delante y el de la pesada detrás. A su derecha, junto al río, la caballería romana y en el flanco izquierdo la caballería compuesta por aliados de Roma”.

Aníbal, por su parte, formó su tropa también en dos líneas, pero no compactas, con su centro apuntando ligeramente el centro romano. Este sector de su formación lo componían sus tropas menos aguerridas, galos e íberos. Los dos flancos los cubrían sus falanges compuestas por infantes libios. A su derecha colocó la caballería ligera númida, al mando de Maharbal y a la izquierda, frente a la caballería romana, la caballería pesada formada por jinetes galos e iberos, dirigida por Asdruballa.

La batalla se inició cuando los cartagineses dispusieron una línea con unos 800 honderos baleares, con la misión de hostigar y encauzar el avance de las tropas romanas.

Cuando esto sucedió, el centro de Aníbal retrocedió, cediendo terreno al curvarse hacia atrás, ocupando el centro romano el espacio desalojado por el centro cartaginés. Las alas cartaginesas se mantuvieron firmes, con lo que los ejércitos formaban ahora dos líneas paralelas curvas o dos lunas menguantes.

Mientras el ataque romano consiguió que la línea central cartaginesa siguiese cediendo, las caballerías cartaginesas iniciaron el ataque. La caballería númida, en el ala derecha, encontró fuerte resistencia en la caballería de los aliados romanos, mientras que la caballería situada en el ala izquierda, junto al río, debilitó a la caballería romana. En ese momento, Aníbal ordenó que parte de ella se trasladase a reforzar a la númida, realizando el movimiento por detrás de la línea de la infantería cartaginesa, fuera de la vista del mando romano.

Las dos alas de la infantería cartaginesa ofrecían mucha resistencia a las alas romanas, consiguiendo rechazarlas, obligándolas a replegarse hacia su centro. Pero como el centro romano había avanzado mucho, al profundizar en el centro cartaginés que seguía ofreciendo nula resistencia y seguía replegándose, las líneas de ambos ejércitos acabaron por formar cada una "U", quedando la "U" romana dentro de la "U" cartaginesa. Los romanos estaban atrapados en la genial táctica de Aníbal, que una vez más demostraba todo su ingenio militar. En ese momento, la falange íbera avanzó hacia el cerco para atacar por los flancos a los romanos. Más tarde, la caballería cartaginesa, reforzada en el ala derecha, obligó a retirarse a la caballería de los aliados de Roma, comenzando ahora su movimiento sobre la espalda de la infantería romana.

La estrategia es ceder un terreno o zona critica en aras de la maniobra de envolvimiento. Las claves de la victoria de Aníbal estuvieron, primero, en el planteamiento de la batalla entre las colinas y el río, forzando, por un lado, un frente estrecho donde los romanos no pudieran hacer valer su gran superioridad numérica; por otro, ideando una táctica en el que el propio empuje de las regiones de Roma fabricase la bolsa donde quedarían encerradas.

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